Estar aquí es parte de mi futuro.
Cada día estamos tomando decisiones, si desayunamos o no, si trabajamos o no, si estudiamos o no, si vamos a visitar a nuestros familiares , amigos o decidimos dar un paseo por la playa. Son decisiones que marcan nuestra vida .
No es fácil tomar decisiones en un mundo donde quiere apartarnos de la voluntad de Dios y nos presenta una serie de atracciones que pueden parecer correctas, pero resultan un desastre para los propósitos que Dios tiene para tí.
Jesús sabía que íbamos a estar en un mundo peligroso y pecaminoso, por eso mismo, oró por sus discípulos y por nosotros antes de partir.
Jesús le decía al Padre que nosotros no somos de este mundo pero que nos envíaba al mundo santificados en Su verdad para que enfrentemos al mundo con valentía y sabiendo que somos ciudadanos del cielo y embajadores de Cristo.
Todos sabemos que estamos en un mundo quebrantado, dañado y tenemos que tomar decisiones sabias conforme a la voluntad de Dios.
Pero… Cómo puedo hacer la voluntad de Dios?
Qué es lo correcto? Qué es lo incorrecto? Son las preguntas de los cristianos cuando no quieren salirde de la voluntad de Dios.
Hay tres formas de pensar antes de tomar decisiones:
Todo está prohíbido…a no ser que esté permitido.
Todo está prohíbido…incluso lo que estápermitido.
Todo está permitido …incluso lo que está prohíbido.
Entonces, qué decides hacer diariamente con tus quehaceres, qué comes? qué significa trabajar?, cómo administro mi tiempo?, etc.
La respuesta a estas preguntas están en la Biblia,la cual nos enseña una serie de conductas y responsabilidades que debemos tener para tener una vida santa y agradable a los ojos de Dios.
Todos los cristianos deberíamos ser maestros de la Palabra y entender que la Biblia es un manual de comportamiento, principios y valores que nos guía a vivir sabiamente conforme a la voluntad de Dios. Es la palabra viva de Dios la que nos da madurez para tomar las mejores decisiones.
Cuando somos niños espirituales no podremos decidir correctamente porque todavía no tenemos la capacidad de sumergirnos en la Palabra de Dios como herramienta para renovar nuestra mente y transformar nuestra propia vida.
Los bebés espirituales todavía están mirando lo malo que hacen los demás para juzgarlos y criticarlos sin fijarse en la viga que tienen en su ojo. Son personas que se dedican a mirar lo prohíbido que hacen los demás para corregirlos.
Una persona madura espiritualmente se alimenta continuamente de la Palabra de Dios para discernir entre lo malo y bueno y distinguir entre lo que debe hacer y no debe hacer .
El maduro espiritual sabe que las buenas decisiones se toman estudiando los principios bíblicos.
El Principio de la Gracia. Todas las cosas me son lícitas , pero no todas me convienen.