Todos tenemos hábitos. Hay hábitos buenos y malos. Los hábitos buenos nos ayudan a tener una personalidad atractiva en cambio los hábitos negativos nos roban la alegría provocando frustraciones y tristezas.
Un hábito es la conducta que se repite inconscientemente habiéndola tomado de tiempo atrás cuando un pensamiento entró a la mente y lo ejecuta constantemente.
Para derrumbar los hábitos negativos, lo primero que tenemos que hacer es reconocer que son negativos y que no nos ayudan a avanzar en nuestra vida. Por ejemplo, hay personas que tienen el hábito de rendirse antes de tiempo, de perder, de hablar por teléfono a toda hora, de levantarse tarde, de ser inpuntual, de comprar impulsivamente, de hacer desorden en su casa, de autocriticarse, de ver mucho tiempo televisión, de manejar mu rápido, y muchos más que usted puede agregar.
Para romper con éstos no pretenda hacerlo al mismo tiempo. Comience con el que más dificultadesle ha traído y problemas le ha ocasionado.
Necesita concentración y esfuerzo para romper un hábito a la vez.
Somos lo que hacemos repetidamente.
No se engañe pensando que usted no puede evitar lo que hace.
Puede hacer lo que quiere, siempre y cuando sea la voluntad de Dios.
Puede romper todo lo malo, haciendo lo bueno.
Concéntrese en lo bueno que quiere hace y no en lo malo que hace.
El bien tiene más poder que el mal.
Lo malo es vencido por lo bueno, así como la oscuridad es vencida por la luz.
Dios quiere que tu vida sea buena y agradable. Buena salud, buena nutrición, buenas finanzas, buenas relaciones, buen trabajo, buen estudio. Para ello, hay que pensar en los resultados más que en lo difícil que resulta comenzar a cambiar el hábito.
Deje de pensar lo negativo de su objetivo , piense y hable de lo agradable que será cuando usted logre obtener el hábito que desea.
Estamos motivados por la recompensa que recibiremos cuando alcancemos el cambio.
Por esta razón, los principales pasos para construir un hábito bueno son:
1. Repetir el hábito bueno:
Un hábito malo o negativo se convierte en el enemigo que no permite que prosperes. Por eso, es importante que decidas hoy hacer el hábito bueno una y otra vez, hasta que se convierta en un deleite y por último en un estilo de vida.
2.Reprogramarse:
Su cerebro es como el disco duro del computador donde tiene grabado toda la información de las etapas de la vida, grabándolas en el subconsciente para pasarla al inconsciente y así formar patrones de comportamientos que comenzaron con pensamientos que se repitieron formando maneras de pensar, de hablar, de sentir y de actuar. De la misma manera que ha aprendido a hacer lo malo puede reprogramar su cerebro y mente para hacer lo bueno.
Comience un plan de pensar lo que va a hacer, cómo lo va a hacer, a qué hora, qué días, en qué orden y hágalo! una , dos, tres, cuatro veces , todos los días, semanas seguidas hasta que su mente lo incorpore en el disco duro y sea habitual e inconsciente hacerlo .
3. Sea Activo:
La actividad impide que la pereza, la pasividad y la apatía llegue a ser parte de su personalidad.
No espere a tener deseos de una actividad para realizarla; comience a vivir por decisiones y no por emociones. Las emociones le pueden hacer una mala jugada porque fluctúan de acuerdo a las circunstancias exteriores: puede estar triste, con rabia, con miedo o alegre. Pero para mantener los hábitos, no importa cómo se sienta anímicamente, simplemente lo hace porque decidió hacerlo.
La actividad y el movimiento produce energía que acelera el cuerpo, el alma y el espíritu, dándole recursos y creatividad para pensar mejor y ser más productivo en la consecusión de las metas.
Dígale No!! a la Postergación, a dejar las cosas para mañana, a esperar el tiempo adecuado, a prepararse mejor.
Si tiene fe en Dios, comience a moverse por fe y no por vista y realice obras porque la fe sin obras es muerta. La verdadera fe demanda acción.
Dios no le ha dado un espíritu de temor, sino de amor, poder y dominio propio. Ponga a prueba todas las enseñanzas de Dios al respecto y derrumbe esos hábitos negativos, comenzando a florecer con los hábitos buenos.
