Un discipulado semanal es clave para profundizar en la Palabra de Dios, fortalecer tu fe y crecer espiritualmente.
Es en este tiempo que desarrollamos una relación más íntima con Dios y caminamos hacia la madurez en Cristo.
No te conformes con lo superficial; permite que Su verdad transforme tu vida.
Colosenses 1:28
A este Cristo proclamamos, aconsejando y enseñando con toda sabiduría a todas las personas, para presentarlas completamente maduras en su unión con Cristo.
El discipulado es un espacio donde, guiados por la Palabra, aprendemos a vivir como Jesús nos enseñó, a fortalecer nuestra fe y a perseverar en Su propósito para nuestras vidas.
La madurez espiritual no ocurre de la noche a la mañana, sino al dedicar tiempo a conocerlo más y dejar que Su verdad moldee cada área de nuestro ser.»
Hebreos 5:12-14
«En realidad, a estas alturas ya deberían ser maestros; sin embargo, necesitan que alguien vuelva a enseñarles los principios más elementales de la palabra de Dios. Dicho de otro modo, necesitan leche en vez de alimento sólido.
El que solo se alimenta de leche es inexperto en el mensaje de justicia; es como un niño de pecho. En cambio, el alimento sólido es para los adultos, pues han ejercitado la capacidad de distinguir entre el bien y el mal.
Juan 15:4-5
«Permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.¨
»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.
Salmos 1:2-3
«sino que en la Ley del Señor se deleita
y día y noche medita en ella.
Es como el árbol plantado a la orilla de un río
que, cuando llega su tiempo, da fruto
y sus hojas jamás se marchitan.
Todo cuanto hace prospera¨.
2 Pedro 3:18
«Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén
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